Cristina Fernández de Kirchner se Junta con Carlos Melconian, sabemos quienes son ambxs, por lo que no voy a poner etiquetas. Esta reunión, a pedido de la presidenta de la Fundación Mediterránea, María Pía Astori, fue para conversar sobre la situación del país y un diagnóstico, con un plan económico elaborado, que tiene desarrollada esta Fundación. La reunión fue gestionada por Fabián Francioni, dirigente del PJ e Intendente de Leones, una localidad de Córdoba.

A partir de este encuentro empezaron lluvias de críticas y cientos de especulaciones prejuiciosas. Tanto del sector del peronismo y sus aliados, como de los sectores de la Alianza Cambiemos.
La Fundación Mediterránea promueve estos encuentros con dirigentes políticos, pero no vamos a tratar de evaluar cómo se gestó realmente la reunión; o sea quién le pidió a quién, otra de las especulaciones, porque no tiene ningún sentido, sabemos que una vez que se decide realizar este tipo de reunión, después se planea el cómo se presenta esta gestión, eso sucede así en todos lados; en la política, en los gremios, en las empresas, el grandes clubes de fútbol, etc.

Pero sí nos podemos adentrar en las especulaciones sobre qué significa una reunión de estas. Por un lado se especula que, «¡es un vuelco a la derecha y ya creen que Cristina, si fuese candidata a presidenta, y ganara o en su defecto armara otra alianza, entonces va a aplicar este plan económico!» Impresionante. Y por otro lado que, «¡está tan desesperada por la situación que van a buscar respuestas a sectores neoliberales!». Maravillosa la imaginación y especulación de algunos sectores. Por un lado, sectores que con claros intereses para realizar sus propios negocios y por otro lado una ingenuidad espantosa.
Por el lado de los sectores que tiene claros sus intereses no nos vamos a preocupar, pero sí por la ingenuidad espantosa, porque aquellos son los manipulados una y otra vez por los primeros. Y si esto no cambia, nuestro país no va a cambiar más.
Cristina, claramente a partir de los últimos años, posteriores a su presidencia, se ha puesto a trabajar, meditar, estudiar, sobre la situación de nuestro país. Está haciendo un muy buen trabajo a mi criterio; escribe un libro haciendo análisis de su gestión y la situación del país, en base a una indiscutible experiencia muy bien plasmada en ese libro, luego piensa en una alianza que puede representar grandes sectores de la Argentina para poder ganar las elecciones, luego una fórmula política que triunfó electoralmente. A partir de allí, en clara posición de debate, como buena maestra, empieza con Tesis que intentan explicar problemas profundos de la República Argentina, que nos obligan a repetir errores una y otra vez, y esbozando posibles soluciones.
En tren de seguir este razonamiento, no es extraño pensar qué; si se reúne con una de las fundaciones neoliberales que ha influido mucho en las políticas que se llevaron adelante en nuestro país, y que ha puesto en los diferentes gobiernos, algún que otro funcionario en puntos claves de decisión, es una reunión para conversar diferentes puntos de vista, conocer posturas, seguir investigando errores, explorando caminos posibles. Ampliando el bagaje de datos para poder seguir entendiendo y sintetizando los profundos problemas de nuestro país. Este podría ser uno de los tantos posibles prejuicios sobre esta reunión. ¿Por que no?
Y posiblemente no signifique más que esto.
Cristina Fernández de Kirchner puso en debate muchas cosas, y las respuestas a este debate, desde el periodismo opositor y dirigentes políticos, fueron evasivas; discutir sobre una distorsión de lo que dijo o centrarse en el «enfrentamiento» entre la misma alianza. Pero nos tenemos que dejar de joder de una vez por todas y realmente ponernos a debatir sobre los puntos centrales de estos problemas, y sus posibles soluciones. Sin recetas previas, sin prejuicios políticos. Y a eso nos está invitando la ex presidenta. Y adhiero con mucho gusto.
Uno de los temas que pone en discusión, por ejemplo, tal vez uno de los menos importantes, pero me interpela, es sobre el «capitalismo despojado de ideología como el sistema de producción más exitoso». Para alguien que viene de la militancia de izquierda te pone, rápidamente, a la defensiva, pero hago el esfuerzo por entender el debate, por la situación que estamos viviendo en argentina y el mundo. Y lo cierto es que China es un ejemplo para ello.
En esta etapa de mi vida y de mi país solo sueño una mayoría de la población haciendo elucubraciones meditadas, y no prejuicios absurdos y respuestas mecánicas que vienen de nuestro pasado, de nuestra memoria. Con eso, simplemente, supongo, se puede cambiar todo.
Leo Blanco