Desde los comienzos de nuestra historia hemos vivido con el concepto de virginidad, aquella palabra que a través de la evolución del ser humano ha conllevado diferentes presiones sociales, se le han adherido diferentes definiciones y es utilizada hasta el día de hoy en diferentes contextos, tanto como insulto, como halago, o simplemente como una forma de definir a aquellxs que no han tenido relaciones sexuales. Pero el concepto de virginidad no es más que una simple construcción social que realmente no tiene una validez biológica como se ha creído por mucho tiempo.
El concepto de virginidad nace como un término para identificar a las mujeres que no habían practicado relaciones coitales, las culturas religiosas le adhirieron connotaciones sociales, identificando a las mujeres vírgenes como “puras y buenas” y a la desvirginidad como un pecado o como algo “diabólico”. En el Siglo 7 antes de cristo, en la cultura romana el concepto nace gracias a las vírgenes vestales, las sacerdotisas de la diosa Vesta, que durante 30 años debían mantener su pureza y castidad y si no cumplían con esto eran cruelmente castigadas, siendo enterradas vivas. En el Siglo 4 antes de cristo, con el nacimiento de Jesús, la palabra se amplía para aplicarse a María y así crecieron las creencias cristianas con respecto a la virginidad, asociando al sexo con el pecado y a la abstinencia como el estilo de vida ideal de la mujer cristiana. A lo largo de la historia se han creado diferentes formas de identificar a la mujeres que eran vírgenes y a quienes no lo eran, por ejemplo por su forma de comportarse, por el color y forma de los pezones, el color de su orina etc. a la larga, estas creencias se fueron desmintiendo. Con los años el concepto de virginidad fue evolucionando, utilizándose tanto para hombres y para mujeres, conllevando diferentes connotaciones sociales, y obteniendo diferentes definiciones de él.
Actualmente, hay quienes definen al acto de perder la virginidad como quienes tuvieron cualquier tipo de relaciones sexuales con otra persona (sexo oral, masturbación, etc.), pero mayormente se toma a la penetración como el acto para perder la virginidad.
La definición más encontrada actualmente, dice que la virginidad en el caso de las mujeres es aquella que se pierde cuando el himen se rompe, y esta sería la única diferencia biológica de ellas al momento en el que experimentan la penetración. En el caso de los hombres, no hay ninguna diferencia biológica que indique que aquellos han tenido relaciones sexuales. Pero la realidad es que la rotura del himen no indica si la mujer ha tenido relaciones sexuales o no, ya que éste se puede romper de cualquier manera, ya sea andando en bicicleta, haciendo ejercicio etc.
Hay mucha desinformación sobre qué es el himen y qué pasa con él al momento de la penetración, la fisiosexóloga y fisioterapeuta de España Marta Torrón, explica: “Nos han contado que el himen es una membrana, que en el momento en el que entra un pene o un juguete se rompe y desaparece, pero esto es totalmente falso, el himen son trocitos de carne que adornan la entrada de la vagina y en la mayoría de los casos está abierto, nunca está cerrado, es tejido elástico y vas a tener tu himen toda tu vida.” “Si en tu primera relación o primeras relaciones sangraste, es porque algo se estaba haciendo mal, ya sea porque se estaba forzando o no había excitación, y seguramente el sangrado vino por lesión en la mucosa, pero no porque se rompiera el himen.” Sabiendo esto, se puede asegurar que tampoco hay ninguna diferencia biológica que indique específicamente si una mujer tuvo relaciones sexuales o no.
De esta manera, se puede concluir que la virginidad no es más que una construcción social, que nació hace millones de años a través de la religión para el control sexual de las mujeres, que no tiene ninguna validez biológica y que solo define al hecho de no haber experimentado algo que quizás otras personas sí, pero no hay ninguna palabra para aquellos que por ejemplo aún nunca han jugado al tenis o nunca han cocinado.
Actualmente vivimos en una sociedad hipersexualizada, porque el éxito de las personas se mide en cuanto sexo tuvieron o tienen o con qué tanta regularidad. Existe una presión muy grande, y más aún en los varones, para que aquellos “pierdan su virginidad”, porque ser virgen a una determinada edad está mal visto, o es sinónimo de estupidez, tanto así que hasta la palabra es utilizada como un insulto, esto lleva a que muches tengan relaciones sexuales tempranas sin realmente desearlo, o a que por ejemplo le paguen a alguien solo para dejar de ser vírgenes, por lo que entonces, la presión, más que por tener relaciones sexuales, es para quitarse la etiqueta de “virgen”. Estas cosas dejan en evidencia lo absurdo del concepto de virginidad y de las presiones sociales en cuanto al sexo, y dejan en evidencia que realmente la sociedad no vive su sexualidad libremente.
Normalmente aquello que más se busca o lo que más se considera un logro, es la penetración, ya que como se mencionó antes, mayormente es lo que se toma como el acto para perder la virginidad, por lo que las relaciones entre dos mujeres o entre dos personas con vulva quedarían fuera de esto.
Se cree que la penetración es el acto principal o la principal meta en las relaciones sexuales, pero realmente es solo una cosa dentro de todo lo que se puede hacer, por lo que es absurdo que la virginidad sea definida por solo una cosa de todas ellas, y que no todes disfrutan.
Con todo esto explicado, queda demostrado la cantidad de desinformación que hubo y aún hay alrededor del sexo, de nuestros cuerpos y del concepto de virginidad, ya que siempre ha sido un tema tabú y aún en la actualidad lo sigue siendo en todo el mundo. Aún queda mucho más por descubrir, y es necesario que así sea, por nuestra salud, para conocernos a nosotros mismos y para que, de a poco, la sociedad viva su sexualidad de manera más libre.
Mojana Blanco
Fuentes:
- La historia de la virginidad – bloomcolombia
- Desmontando mitos#La Virginidad – Nayara Mira | Sexóloga en Valencia
- Este es el verdadero ORIGEN de la palabra VIRGINIDAD y por qué usarla puede resultar dañino | El Heraldo de México
- Marta Torrón, fisiosexóloga: «La virginidad no existe, el himen nunca desaparece»
- Marta Torrón – La virginidad no existe – TikTok
- ¿QUÉ ES PONERLA? – Lichi | YouTube
Un dato q puedo aportar sobre este tema, es que entre los profesionales de la salud mental, en la teoría q les explican sobre la esquizofrenia, es que no podemos llegar a terminar una relación sexual, ya que no podemos llegar al sentimiento de completud.
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